“Transparencia corporativa, en justa correspondencia”
Corresponder y ser correspondidos es una forma de querer y ser queridos, forma parte de la dinámica vital. Estos conceptos, aplicables a nivel personal, profesional y empresarial, conforman una manera de ser y estar en la sociedad.
Madrid, 2 de enero de 2025
En el ámbito corporativo. el principal factor para ser queridos y respetados, incluso deseados, es la transparencia. Cuando los clientes internos y externos, confían, es justo corresponderles con la mayor franqueza y honestidad, es más, estos deben ser principios esenciales de la organización. La mejor forma de hacerlo es mostrándose tal y como se es, sin dobleces ni artificios, así se lo agradecemos en justa correspondencia.
¿Cómo ganar la confianza de tus públicos?
En el mundo del Branding, ya sea en el ámbito comercial, como en el corporativo o institucional, triunfan las organizaciones capaces de atesorar la mayor confianza de sus públicos, incluso llegan a establecerse vínculos afectivos propios de las relaciones interpersonales, lo que implica una gran responsabilidad.
Corresponder la confianza con opacidad o astucias es una forma de proceder propia de personas que manipulan para su beneficio.
El entorno de trabajo donde desempeñamos nuestra actividad profesional, los clientes, los productos y servicios que consumimos regularmente, forman parte de nuestro círculo de confianza y viceversa. Esa confianza, principio de toda amistad, nunca debe ser traicionada. Conviene recordar que la palabra confianza significa acción de confiar; se deriva del latín y está compuesta por el prefijo “con” (junto o globalmente), “fides” (fe o confianza), y “anza” (acción). Corresponder la confianza con opacidad o astucias es una forma de proceder propia de personas que manipulan para su beneficio. Pero, cuáles son los pilares sobre los que se construye la confianza:
10 claves esenciales para lograr la confianza organizacional:
1. Escucha activa. Resulta esencial para poder comprender a los demás y entender su situación. Si no escuchamos a los públicos, independiente del ámbito en el que una marca personal, comercial, corporativa o institucional desempeña su actividad, es imposible que podamos llegar a comprender sus necesidades para poder satisfacerlas.
2. Análisis holístico. Para generar confianza se requiere una actitud holística en torno las diversas realidades que constituyen el universo de nuestros públicos. Han de considerarse todos los aspectos y áreas de la organización como un sistema interconectado en constante evolución, sin considerar a las partes de forma aislada sino como un todo, ya que este determina su naturaleza en base al concepto de sinergia.
3. Comprensión. Comprender, del latín intendere, significa formarse una idea de alguna cosa o situación. En su segunda acepción latina, comprehendere, se entiende como abrazar. Tener la actitud adecuada para comprender es un acto de generosidad imprescindible para obtener la confianza de los demás.
4. Asertividad. Comunicar los objetivos corporativos de forma correcta y sin el menor atisbo de hostilidad o imposición, comprendiendo la posición del receptor, es uno de los caminos que conduce a la tan deseada confianza. Para lograrlo, es imprescindible neutralizar el ego a todos los niveles. El ego de una organización es la suma del ego de sus miembros, principalmente, de sus líderes y si estos quieren contar con la confianza de sus públicos, han de sustituirlo por generosidad.
5. Proactividad. Tomar la iniciativa anticipándose a los acontecimientos y asumiendo responsabilidades, es una de las características de las personas y organizaciones merecedoras de respeto y confianza. Cuando una organización de cualquier índole considera las situaciones adversas o sus posibles fallos como oportunidades para crecer y consolidarse, se convierte en confiable.
6. Compromiso. La capacidad para el compromiso define a las personas íntegras y a las organizaciones de las que forman parte. Confiamos en aquellas que a través de sus dirigentes se comprometen a cumplir sus promesas. Hasta tal punto es importante esta cuestión que el principal factor de éxito de una marca es lo que denominamos “cumplir la promesa de marca”.
7. Rectificación. Como todos hemos escuchado y dicho en alguna ocasión, “rectificar es de sabios”, así es. La vida es un continuo aprendizaje y es imposible no equivocarse, sería antinatural. Lo importante es identificar los errores, rectificar y asumir responsabilidades dando las explicaciones necesarias a quien corresponda, desde los profesionales que conforman una organización hasta los ciudadanos de una nación. Entonar el mea culpa es una de las acciones que mayor confianza pueden generar hacia quien ejerce tal acto de humildad.
8. Regeneración. Es un hecho que la confianza se construye durante años y puede perderse en minutos, pero esto no significa que renunciemos a su recuperación. En ocasiones no es posible regenerar las relaciones, sin embargo, merece la pena intentarlo, no solo porque es viable lograrlo. En el proceso de reconstrucción de la confianza las marcas o las organizaciones de cualquier tipo y condición experimentan su propia regeneración, su nacimiento a una nueva realidad.
9. Liderazgo. Las personas responsables de guiar a otras asumiendo el compromiso de llevar a buen puerto el trabajo común, son las que más posibilidades tienen de generar confianza. La capacidad de comunicación de los líderes y la visión estratégica que les permite anticiparse, motivan a sus públicos generando seguridad y confianza.
10. Consolidación y retorno. La confianza se deposita en personas confiables; también en aquellas con liderazgo potencial o real y capacidad para generar proyectos beneficiosos. Cuando estos se consolidan y generan retornos de diversa índole, la confianza alcanza su mayor cota de perdurabilidad a través del reconocimiento. Capitalizar esa confianza requiere un plan específico orientado hacia su mantenimiento a través de la fidelización.
Si bien este decálogo puede ayudarnos a comprender el universo de la confianza y la ruta hacia la transparencia, hay más cuestiones a considerar. Una de ellas es que la transparencia es incompatible con la manipulación o el dogmatismo, característicos de personas que pretenden imponer sus creencias sin dar la menor oportunidad a la duda o a la discrepancia. Discrepar genera debate y a partir de este surge el intercambio de ideas y puntos de vista, enriqueciendo los enfoques estratégicos y operativos en torno al liderazgo. Escuchar, escuchar, escuchar… esta es la esencia de la confianza y la transparencia, fomentando el pensamiento crítico. La recompensa que se obtiene a cambio es que cuanto más transparentes somos, más personas nos siguen y nos quieren, lo que implica una gran responsabilidad.
Frente a la oscura opacidad, luminosa transparencia. Frente al maniqueísmo que reduce la realidad a una posición radical entre lo bueno y lo malo, la visión orientada hacia la transparencia deja espacio a la pluralidad.
¿Cómo interpretamos la transparencia?
Cada persona interpreta la realidad de distinta manera, de igual forma, tenemos diversos puntos de vista sobre el significado de la transparencia. Sabemos que es posible y recomendable, pero no siempre en la misma medida e intensidad, en función de las circunstancias. No obstante, junto a la pluralidad de conceptos y el respeto a las diferencias prevalecen criterios ineludibles, como son: honestidad, sinceridad, compromiso, lealtad y firmeza en la defensa de los principios y valores éticos y morales esenciales para una convivencia armónica.
Tomás González Caballero
Corporate strategy expert / Branding senior advisor
CEO Veratya Estrategias Corporativas.
CEU Escuela de negocios:
Director académico y profesor: Programa Ejecutivo de Comunicación corporativa y Branding
Profesor: MBA Executive en Dirección y Administración de Empresas
Enhorabuena a don Tomás por iluminar el camino correcto por donde han de transitar los agregados humanos y, en particular, las empresas. Pero también las personas de forma individual. Luces y valores para mejorar un mundo imperfecto.