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“La Comunicación corporativa como vehículo hacia la excelencia”
Tags : Banding, Comunicación Corporativa, consultoría estratégica, Excelencia, Tomás González Caballero, Veratya Estrategias Corporativas
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La excelencia es una actitud vital que nos conduce por el sendero de las virtudes, cabalgando a lomos de valores como la sinceridad, la justicia, el compromiso o la equidad. Hacer nuestro trabajo lo mejor posible y ejercerlo con fidelidad a nuestros principios, es uno de los objetivos vitales y profesionales a los que se debe aspirar.
Madrid 23 de septiembre de 2024
Un viejo aforismo latino dice: “ad impossibilia nemo tenetur”, “nadie está obligado a cosas imposibles” y es cierto, sin embargo, siempre hemos de intentar hacer posible lo que consideramos mejor para nosotros y para nuestro entorno, personal, profesional, empresarial o institucional.
La Comunicación corporativa es un instrumento al servicio de la convivencia y la proyección social en las organizaciones, tanto a nivel interno como externo. Nuestra marca personal, la marca corporativa de la organización en la que desempeñamos nuestra profesión o la familia de la que formamos parte, son dignas de nuestro mayor esfuerzo en busca de la excelencia.
Vivir a través de la excelencia nos predispone al éxito desde el momento en el que tomamos consciencia de cuál es el propósito de nuestra existencia o de nuestra propuesta corporativa.
Nuestra actitud ante la vida y sus múltiples vicisitudes marcan la diferencia entre quienes comprenden el sentido de la vida y quienes discurren por ella sin ser conscientes de la enorme oportunidad que representa estar vivos y tener la oportunidad de afrontar todo tipo de retos. Vivir a través de la excelencia nos predispone al éxito desde el momento en el que tomamos consciencia de cuál es el propósito de nuestra existencia o de nuestra propuesta corporativa.
John Thomas Grinder, principal impulsor de la conocida programación neurolingüística tenía una idea singular y bastante certera sobre lo que es la actitud ante la vida, perfectamente extrapolable al ámbito corporativo:
“Si usted va por el mundo buscando la excelencia, encontrará la excelencia; si va por el mundo buscando problemas, encontrará problemas. O, como dice el proverbio árabe: lo que pueda significar un trozo de pan dependerá de que tengas hambre o no“.
La excelencia a través del Branding.
El Branding, entendido como el conjunto de técnicas y estrategias destinado a la creación y gestión de marcas, compila el mayor conjunto de instrumentos de marketing y comunicación al servicio de las organizaciones en su búsqueda de la excelencia.
El posicionamiento de una marca corporativa y submarcas vinculadas está directamente relacionado con su reputación, es decir, con la imagen de una compañía ante sus públicos y grupos de interés a través de sus acciones. Obviamente, esa reputación incide sobre el posicionamiento de sus productos y servicios antes sus clientes, actuales y potenciales.
Las marcas son elegidas, contratadas o consumidas en base a una serie de atributos que las hacen preferibles a otras por convergencia con los intereses de sus públicos. En la mayoría de ocasiones seleccionamos a una compañía para contratar servicios en función de su imagen corporativa, es decir, de su posicionamiento a nivel social, político o económico. No es casual que las marcas corporativas más reputadas y con mayor éxito en el mercado incluyan y promuevan la excelencia entre sus profesionales.
Premisas de la excelencia en Comunicación corporativa.
Escucha activa, transparencia, asertividad, positividad, practicidad y ecuanimidad, son algunos de los pilares imprescindibles para ejercer una Comunicación corporativa sólida. Estos factores están íntimamente vinculados a la búsqueda de la mejora continua a cada instante, en cada acto que se desarrolle bajo el paraguas de la marca corporativa. Cualquier actuación por parte de un miembro de la organización, desde recepción hasta presidencia, puede incidir en la reputación de la organización. Tener una buena imagen corporativa no depende solo de hechos aislados o fugaces logros departamentales, depende del conjunto de acciones llevadas a cabo por todos los estamentos que forman parte de la corporación. La excelencia corporativa se alcanza “todos a una”, es una labor de equipo al servicio de la marca que representa a todos y cada uno de los miembros de la organización.
Ética y excelencia empresarial
Siempre que se habla de ética conviene reflexionar sobre la diferencia de esta con la moral, que es el conjunto de valores y normas que nos conducen a obrar bien o mal en conciencia. Sin embargo, la ética es el estudio y reflexión sobre esas conductas.
Podríamos definir la ética de una compañía como la forma de proceder de sus directivos en base a los criterios éticos y conductuales más adecuados ante su responsabilidad social y esto atañe tanto a su comunicación interna como externa.
La excelencia empresarial surge de la filosofía corporativa y esta debe impregnar a cada una de las personas, departamentos y organizaciones que están involucradas con la compañía, lo que incluye a proveedores y colaboradores.
En cualquier caso, la ética y la excelencia empresarial no son atributos que puedan arrogarse los responsables de esa organización, son los públicos con los que interactúa quienes deben reconocerla en cada una de las actuaciones que lleva a cabo la organización a lo largo de su trayectoria. A menudo observamos esperpénticas situaciones de autoalabanza por parte de directivos u organizaciones, normalmente, a través de acciones publicitarias directas o inducidas. Esta forma de proceder es absolutamente suicida “Dime de lo que presumes y te dire de lo que careces”.
La reputación corporativa, la buena y la mala, es algo que se gana a pulso a cada instante en la trayectoria de una organización, ya sea esta del sector público o del privado. La ética marca la diferencia y suele anteponerse a cualquier otro criterio. En una visión a medio y largo plazo, la ética y la responsabilidad social es la mejor inversión que puede hacer una compañía en cuanto a su imagen de marca se refiere y esa actitud ética constituye un hito primordial en el camino de la excelencia.
Corporate strategy expert / Branding senior advisor
CEU Escuela de negocios:
Director académico y profesor: Programa Ejecutivo de Comunicación corporativa y Branding
Profesor: MBA Executive en Dirección y Administración de Empresas
Creo que la excelencia y la ética son los mejores asideros para evitar que la humanidad se despeñe entre intereses de todo tipo. Desbordan el ámbito de la comunicación corporativa, pero hay que elogiar a don Tomás que las haga fundamento del branding.
Excelente artículo.
Muy agradecido por sus siempre bienvenidas y acertadas valoraciones. El Branding o conjunto de técnicas y estrategias en la creación y gestión de marcas, solo tiene un camino para el éxito, la excelencia en cada una de sus fases, tanto a nivel conceptual, como operativo. En cuanto a la ética, sin ella, no hay nada más que fraude y eso, como suele decirse, es pan para hoy y hambre para mañana.
Los artículos de TGC tienen la ventaja que dan qué pensar. Son uno de esos Versos equivocados de Pedro Salinas que no acaban donde dicen. TGC es más que un hombre de empresa, es un humanista y un patriota español. La preocupación por España es un aspecto que tenemos en común y que tantos minutos agradables de nuestras conversaciones se ha llevado. No menos que la cuestión de la excelencia en el hombre y la forma de alcanzar ese grado superior. Si la historia de las naciones es su biografía, como nos dice García Morente y esta es una proyección biográfica de sus nacionales, la excelencia de las naciones sería la proyección de las trayectorias excelentes de sus individuos y sus empresas. Nuestros gobernantes y parlamentarios, los pasados, los presentes, especialmente y los que vendrán, deberían tomar nota del artículo de TGC, aplicarlo a la empresa que gobiernan, España y reflexionar sobre este aspecto en una semana como es esta de la hispanidad.
Deberían aplicar la definición de ética empresarial que da mi paisano para aplicársela en sus acciones de gobierno y representación. Si pretendieran la excelencia del país sobre el que deciden se aplicarían ese baremo de exigencia a sí mismos, fortaleciendo la reputación corporativa de Espaa, es decir, el respeto del concierto de las naciones en el exterior y la identificación de los nacionales con el proyecto común. Si hablamos de marca, la marca España no se puede quedar en la espuma, en el folklore, en un tenista o en este o aquel valor secundario. La precisión alemana, la creatividad argentina o el diseño italiano son valores que hacen mirar con otros ojos las creaciones que salen de esos países, haciendo esperar de ellos, precisión, sorpresa o belleza respectivamente. España tiene todo eso y además un componente distinto y magnético que hace a España distinta y a su historia algo singular.
Continuando con Morente, este elemento distintivo, resultado del branding de siglos, es la Hispanidad. Y estamos en su semana. Comuniquémoslo. Viva la Hispanidad!
Magníficas valoraciones, Jesús. La marca España no está pasando por sus mejores momentos, debido a la imagen pública que se está proyectando ante instituciones supranacionales que pesan mucho en la reputación de los países. Sin embargo, los españoles seguimos haciendo historia a nivel profesional y empresarial por todo el mundo. Hay más talento en España del que creemos y lo demostramos cada día.